Como parte de nuestro compromiso de transformar la industria camaronera, contamos con un equipo con más de 35 años de experiencia en el mercado, el cual ha impulsado y acompañado la implementación de sistemas multifásicos en muchas producciones camaroneras en Latinoamérica, usando la mejor tecnología según tus necesidades.
El cultivo de camarón es una de las actividades de acuicultura que más ha evolucionado en los últimos años, siempre orientada hacia producciones más sostenibles y rentables. Como parte de este proceso de innovación, se encuentran los sistemas multifásicos, los cuales permiten la utilización eficiente de tus unidades de producción y mejorar el ritmo de crecimiento y la sobrevivencia de los camarones, permitiéndote llegar a tallas de camarón mayores en menor tiempo, optimizando los costos de producción con un enfoque sustentable para la utilización de los recursos.
Pero, ¿en qué consisten los sistemas multifásicos? Consisten en la segmentación y distribución de las fases de crecimiento del camarón en unidades de producción independientes (diferentes piscinas para precría y engorde), renovando la disponibilidad de los recursos naturales del ecosistema a través de la preparación adecuada de cada una de las piscinas de cultivo y permitiendo la utilización de alimentos balanceados funcionales, especialmente diseñados de acuerdo a los requerimientos nutricionales y de salud del camarón en cada una de estas etapas.
¿Cómo funcionan?
Para explicar la mecánica de estos sistemas, tenemos primero que diferenciar los modelos de producción. El Modelo de producción bifásico consiste en la segmentación del cultivo en 2 etapas (precría y engorde), mientras que el Modelo de producción trifásico segmenta el cultivo en tres (precría, preengorde y engorde). En ambos, durante la primera fase conocida como precría, las postlarvas provenientes de los laboratorios de larvicultura son sembradas en piscinas de variadas dimensiones, a elevadas densidades de siembra, durante un tiempo de 10 a 30 días, el cual dependerá de la talla o peso objetivo, la densidad de siembra y la capacidad de carga de las piscinas o estanques utilizados durante esta etapa, requiriendo técnicas y cuidados de un cultivo intensivo.
Una vez terminada esta fase, los camarones deben ser transferidos a la siguiente etapa del cultivo, que en el caso del modelo bifásico será el engorde hasta la cosecha y para los cultivos trifásicos, el preengorde, que no es más que una etapa intermedia previa a la transferencia definitiva a los estanques de engorde, con densidades menores a la etapa de precría y donde el manejo se enfoca hacia el crecimiento sostenido de camarones saludables.
Es importante para el éxito de estas fases que los camarones reciban una alimentación que cubra sus necesidades metabólicas y fisiológicas, así como el mantenimiento de buenos niveles de oxígeno en las piscinas durante el día y la noche (>4mg/L), lo cual permitirá un mejor aprovechamiento de la alimentación, mayor resistencia a enfermedades y, por consiguiente, una mejor sobrevivencia.
Antes de implementar los sistemas multifásicos en tu cultivo de camarones, es importante que decidas cuál será el modelo de producción que seguirás y el impacto que tendrá en los costos de producción y la rentabilidad.
Principales beneficios
Teniendo como principal premisa el crecimiento saludable de los camarones y mejorar las condiciones ambientales a través de un adecuado plan de alimentación y monitoreo del cultivo, la implementación de los sistemas multifásicos ofrece una serie de beneficios que a continuación te damos a conocer:
- Facilitar una mejor distribución de los alimentos, permitiendo la entrega de un mayor número de dosis en las etapas de precría y la inversión en alimentos funcionales iniciadores de excelente calidad, para obtener los mejores crecimientos y sobrevivencias, lo que te garantizará un buen inicio del ciclo de cultivo.
- Permitir la adecuada aclimatación de las postlarvas a las condiciones ambientales y el mantenimiento de la calidad de agua de la finca y las piscinas receptoras.
- Fomentar el uso eficiente del área de cultivo, a través de la rotación de los ejemplares en diferentes unidades de producción (piscinas o estanques) a lo largo del ciclo de cultivo, disminuyendo el tiempo de duración de la etapa de engorde y permitiendo la realización de un mayor número de ciclos al año en estas unidades, incrementando la rentabilidad del negocio.
- Brindar la posibilidad de monitorear con mayor precisión la sobrevivencia de los camarones en cada fase, lo que permite estimar con mayor certeza la dosis de alimento correspondiente.
- Iniciar el engorde con juveniles de mayor peso y en óptimo estado de salud, fomentando un mayor crecimiento compensatorio, mejores sobrevivencias y posibilitando el aumento del número de ciclos de engorde, por la reducción del número de días que pasan los ejemplares en esta fase.
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